Eva y el Edén
Cueva de Montesinos

Autor:
Eva y el Edén
Fecha:
15/01/2023
Dentro del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y en el término municipal de la Ossa de Montiel está ubicada la Cueva de Montesinos. Si en tu viaje te has propuesto seguir la denominada "Ruta del Quijote", este lugar representa uno de los puntos álgidos del recorrido.

Cueva de Montesinos en las Lagunas de Ruidera, turismo de interior en Castilla la Mancha.

La Cueva de Montesinos es un maravilloso lugar de obligada visita si decidimos hacer un viaje al Parque Natural de la Lagunas de Ruidera. Una forma de hacer Turismo de Interior donde conjugar Naturaleza y Literatura. Porque este entorno natural constituye uno de los humedales de Castilla La Mancha más importante y bello de España. Y porque La Cueva de Montesinos es el escenario en el que se desarrollan dos de los capítulos más divertidos de “Don Quijote de La Mancha”, obra cumbre de Cervantes que ha sido traducida a más de 140 lenguas.

¿Nos situamos?

Las Lagunas de Ruidera se encuentran entre las provincias de Albacete y Ciudad Real y conforman el nacimiento del río Guadiana. A lo largo de más de veinticinco kilómetros discurre una sucesión de 15 lagunas que compone un espléndido paisaje. También alberga uno de los ecosistemas más ricos de la península ibérica. Están declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO y quién ya las ha visitado sabe de la importancia natural y de la belleza que encierran.

La Cueva de Montesinos.

Dentro del Parque Natural y en el término municipal de la Ossa de Montiel está ubicada la Cueva de Montesinos. Si en tu viaje te has propuesto seguir la denominada Ruta del Quijote, este lugar representa uno de los puntos álgidos del recorrido.

Entrada a la Cueva de Montesinos

Junto al camino que da acceso a la Cueva de Montesinos, nos reciben las esculturas de Don Quijote y Sancho Panza, como un aperitivo de lo que nos espera cuando accedamos al interior de la Cueva. Apenas caminamos trescientos metros, llegamos a una cavidad que se abre en el suelo y que es la única entrada a la Cueva de Montesinos. El acceso a la gruta tiene el acceso libre restringido, pero en Eva y el Edén te abrimos las puertas para que accedas a la cueva. Somos guías locales acreditados y nos encanta adentrarnos en las profundidades de la tierra e indagar en las raíces literarias más manchegas, ¿nos acompañas?

Ataviados con casco protector y linterna en mano, iniciamos nuestro particular viaje al interior de la Cueva de Montesinos. Descendemos por unos escalones tallados en la piedra hasta una primera oquedad conocida como la “Sala de los Arrieros”. Un arriero era una persona que se dedicaba al transporte de mercancías con la ayuda de animales y esta pequeña caverna era el refugio perfecto para guarecerse en caso de inclemencias climatológicas o simplemente, pasar la noche.

A medida que vamos descendiendo, la luz que entra del exterior se va apagando poco a poco hasta que todo se convierte en oscuridad cuando llegamos a la conocida como “la Gran Sala”. La Cueva de Montesinos es una cavidad kárstica de 45 metros de profundidad. Está formada por materiales calizos de color rojizo debido a la abundancia de hierro. Por toda la bóveda de la cueva podemos ver pequeñas estalactitas embrionarias o macarrones, junto con banderas y coladas de diferentes dimensiones.

Pero la verdadera joya que encierra la Cueva de Montesinos es cultural. Ser el escenario donde transcurren los capítulos XXII y XXIII de “Don Quijote de La Mancha” ha sido el motivo por el que se ha declarado Bien de Interés Cultural.

“El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha” es, sin duda, uno de los libros más famosos de toda la historia de la literatura universal. La narración de las aventuras y desventuras del ingenioso caballero fue escrita por Miguel de Cervantes en el siglo XVII y es una de las obras literarias que se ha traducido a mayor número de lenguas habladas en todo el mundo. Cuatro siglos después, seguir los pasos del “Caballero de la Triste Figura” es llegar hasta la mágica Cueva de Montesinos.

Utilizar el adjetivo mágico cobra un especial significado cuando nos adentramos en esta gruta. El nacimiento del río Guadiana y de las Lagunas de Ruidera es fruto de un encantamiento del Mago Merlín, según la evocadora interpretación de la genialidad de Cervantes. Todos los personajes que aparecen en los dos capítulos de “Don Quijote de La Mancha” siguen presos de su encantamiento en la Cueva de Montesinos. En Eva y el Edén te los mostramos utilizando un particular juego de luces que los hace aparecer al tiempo que narramos lo acontecido en estas páginas de la genial obra literaria.

¿Resumimos parte del Quijote?

Tras pasar tres días en las Bodas de Camacho, regalados y servidos como si de reyes se tratase, Don Quijote de La Mancha y su fiel escudero Sancho Panza ponen rumbo a la ya entonces conocida como Cueva de Montesinos. Les sirve de guía el primo del cura del pueblo. A pesar de las advertencias sobre la peligrosidad de descender a la gruta, Don Quijote sigue firme en su propósito de entrar en la cueva. Y tanto Sancho como «el primo», ven oportuno comprar cien brazas de soga para atar y descolgar al caballero al interior de la Cueva.

Manantial de aguas cristalinas en la Cueva de Montesinos

A las dos de la tarde llegan los tres aventureros a la entrada de la Cueva de Montesinos. Tras ser atado Don Quijote, se dispone a entrar en la gruta. Pero primero lanza una plegaria silenciosa al cielo para que Dios le proteja y una segunda oración en voz alta para que su amada Dulcinea del Toboso le amparase en su hazaña.

Sancho y «el primo» son los encargados de ir soltando cuerda al compás de las voces que Don Quijote lanza pidiendo más y más soga. Así hasta que se enmudece la voz del Caballero y los dos asistentes se quedan sin cuerda. Transcurrida poco más de media hora, el fiel escudero y «el primo» empiezan a recoger la soga. Entre lágrimas Sancho, porque la cuerda no llevaba ningún peso y bien pensaba que su Caballero en la Cueva de Montesinos se quedaba para siempre.

Más menos llegados a las ochenta brazas de la soga, notan el peso del cuerpo de Don Quijote y lo sacan de la cueva completamente dormido. Tras conseguir despertarlo a eso de las cuatro de la tarde y tras una merienda-cena para reponer fuerzas, el Ingenioso Caballero procede a contar a su fiel escudero y al primo lo sucedido en el interior de la Cueva de Montesinos;

«A Don Quijote le sobraron las ochenta brazas de soga que no llevaban peso. Lanzó voces para que se detuvieran, pero ni Sancho ni el primo lo escucharon. Así que Don Quijote hizo una rosca con la cuerda sobrante y acomodado en ella se sumió en un profundo sueño. Al despertar, siempre según las palabras del propio Don Quijote, se encontró con el mismísimo Montesinos, pero en versión “caballero jubilado”.

El venerable Montesinos conduce a Don Quijote hasta un sepulcro de mármol donde yace el cuerpo del Caballero Durandarte. Tan valiente Caballero tenía dada la orden a su escudero Guadiana de que si moría lejos de su amada Belerma, se le sacase el corazón de la mejor manera posible y le fuese llevado como muestra de su amor.

Es el Caballero Montesinos el encargado de realizar esta acción y partir con el corazón de Durandarte en dirección a Francia, para entregárselo a Belerma. En la comitiva le acompañan el escudero Guadiana y la dueña Ruidera con sus siete hijas y dos de sus sobrinas. Tanto sufrimiento por la pérdida del Caballero Durandarte provoca que el mismísimo Mago Merlín haga un encantamiento para paliar tanto dolor.

El Caballero Montesinos y la señora Belerma quedan en la cueva junto al cuerpo de Durandarte. La dueña Ruidera con sus siete hijas y sus dos sobrinas son convertidas en las Lagunas de Ruidera. Y el fiel escudero Guadiana es transformado en el río Guadiana. Pero tal es el pesar del desdichado escudero que en algunos tramos de su transcurrir como río se esconde por debajo de la tierra en busca de su Caballero. Por todos es sabido que el agua, tarde o temprano, acaba recobrando su cauce natural y así el escudero convertido en río Guadiana sale de nuevo a la superficie hasta su desembocadura en Portugal.

Y la historia continua. Porque si para Sancho estos hechos son fruto de una ligera siesta de apenas una hora de duración, para Don Quijote la vivencia fue tan real como los tres días, con sus noches completas, que asegura pasar en el interior de la Cueva de Montesinos.

Cervantes describe la entrada a la Cueva de Montesinos como espaciosa y ancha. Pero también alude a que estaba completamente cubierta por zarzas y malezas. El propio Don Quijote es quien empuña su espada y se lía a cortar toda esa tupida vegetación. Tal es el ruido que provoca esta acción que empiezan a salir del interior de la cueva grandes cuervos y grajos. Además de infinidad de murciélagos.

Los murciélagos de la cueva de Montesinos.

Los murciélagos son parte de la cueva en la actualidad. La gran cantidad de oquedades que presenta la propia roca caliza que origina la gruta y la vegetación exterior de la Cueva de Montesinos es el ambiente perfecto para que una gran representación de estos animales vivan en este lugar tan especial.

El quiróptero más abundante es el Murciélago de Cueva (Miniopterus schreibersi) Es de tamaño mediano, con un pelaje corto de color pardo grisáceo en el dorso y más pálido en la zona del vientre. Sus alas son largas y estrechas. Sus orejas son pequeñas y triangulares y tiene un perfil achatado porque su hocico es muy corto. Vuela muy rápido, efectuando largos desplazamientos entre la cueva y las zonas del Parque Natural donde se alimenta.

Otra especie muy fácil de observar merodeando por la Cueva de Montesinos es el Murciélago Grande de Herradura (Rhinolophus ferrumequinum) Como su nombre indica, es uno de los murciélagos más grandes que habita en las Lagunas de Ruidera. Su pelaje es marrón grisáceo con tintes rojizos en el dorso, mientras que su vientre es de un color más blanquecino. Es muy tranquilo y es muy fácil verlo completamente envuelto en sus alas mientras descansa.

El Murciélago Mediterráneo de Herradura (Rhinolophus euryale) es de menor tamaño, pero con la misma costumbre de envolverse completamente con sus alas cuando descansa colgado boca abajo. A parte del tamaño, otra forma de diferenciarlo es por el color interior de sus orejas. En este caso es de color rosado, mientras que en el murciélago grande el color es mucho más oscuro.

Terminamos esta exposición con el Murciélago Ratonero Grande (Myotis myotis) Es uno de los que mayor tamaño tiene de toda Europa y es fácil de identificar porque posee una orejas tan grandes como desproporcionas en relación son su cuerpo. Es curiosa su forma de alimentarse. Cuando cae la noche sale en busca de alimento. Casi a ras de suelo, captura escarabajos, ciempiés, grillos y grandes arañas. Localiza la presa en el suelo y se abalanza sobre ella para darle caza.

Presencia humana en la cueva de Montesinos

El entorno de las Lagunas de Ruidera presenta unas características topográficas idóneas para albergar presencia humana desde la época del Paleolítico Inferior. La existencia de agua contribuyó a favorecer los asentamientos de estos primeros habitantes. En la Cueva de Montesinos se han encontrado restos de herramientas y diversos útiles que manifiestan que ha habido presencia humana en ella desde tiempos remotos.

Cueva de Montesinos

Los habitantes del Neolítico más tardío y, sobre todo de la Edad de los Metales han dejado su huella en la Cueva de Montesinos. El período conocido como bronce manchego supone una época de gran importancia en el desarrollo del número de asentamientos en la zona. Cuchillos y puntas de flechas de sílex dan testimonio de ello.

Del mismo período es una fusayola hallada en la Sala de los Arrieros que da entrada a la cueva. Una pieza muy característica de los telares antiguos que servía como contrapeso y tope en el huso de telares. Otros pequeños fragmentos de cerámicas acompañaban este hallazgo, así como diminutas piezas de metal como sellos, sortijas, aretes y diversos abalorios como pinzas para extraer el bello y cuidar la estética.

Los Íberos también dejan su impronta en las Lagunas de Ruidera. Pero son los Romanos, con una presencia más tardía que en el resto de la península ibérica, los que atestiguan su paso por la Cueva de Montesinos. El hallazgo de diversas monedas y pequeños bronces del Bajo Imperio demuestran que familias romanas o romanizadas se asentaron hacia primeros del siglo de la Era Cristiana en las inmediaciones de la gruta.

La Cueva de Montesinos nos ofrece la oportunidad de conocer un lugar emblemático dentro del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Su importancia queda constatada desde diferentes puntos de vista. En Eva y el Edén te ofrecemos la oportunidad de disfrutar de su belleza y de deleitarte con historias creadas por uno de los escritores más geniales de la historia de nuestra literatura, Don Miguel de Cervantes. ¿Nos acompañas en el viaje?

Más Turismo de Naturaleza en evayeleden.es/ecoturismo.

Bichea Cmmedia.

¿Qué esperas para conocer la Cueva de Montesinos?

Somos Guías Locales y nuestro propósito es hacerte sentir únic@ en un entorno natural sencillamente ESPECTACULAR. Hemos diseñado un PACK para que visites los lugares más emblemáticos del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, ¿te apuntas?

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  • Recorrido por la genial historia que esconde la Cueva de Montesinos.